Ayer vi Titanic por (x) vez, pero no recuerdo haber llorado tanto la última vez... Pero, ¿por qué lloro? Creo que lloro porque me identifico, en cierta parte, pero también por la sorpresa que me causa el gran sacrificio al que nos lleva el amor verdadero.
En lo personal, siento que Titanic es una de esas historias sobre vivir el ahora, el momento. Sobre olvidarnos un poco del miedo, de los "tapujos" y de lo que la sociedad nos indica como "correcto". Para mí, no sólo habla de amor de pareja, si no de libertad y salvación, tanto física como espiritual. Creo que experimenté algo parecido hace unos años y, tanto mi experiencia como la pel ícula, me confirman que todas las personas que llegan a nosotros, tienen algo que aportar, una enseñanza y, siempre cruzamos un puente (usa el amor como un puente) que nos deja en un lugar totalmente distinto al anterior.
Hoy doy gracias por una persona especial (y por todas las personas que han pasado por mi vida) que cambió ciertos puntos de vistas, que me enseñó a vivir cada segundo, que hizo que "cada día valiera la pena", que me encaminó a cruzar un puente de amor que contribuyó a dirigirme a dónde estoy ahora. Doy gracias por esos momentos felices, por la locura y la adrenalina que provoca la incertidumbre. Hoy tengo recuerdos hermosos que me hacen reír de la nada, hoy comprendo muchas de sus palabras que creo no comprendía entonces (y creo que ni él mismo comprendía). Gracias a Dios y al universo porque nada pasa por casualidad y, así como en Titanic, (en Benjamin Button, Time-Travelers Wife, etc) en los "amores imposibles" el amor de pareja no tiene cabida, éste da paso a otras enseñanzas muy valiosas para nuestra alma. Veo, en esos "imposibles", una lección escogida por nuestra alma para aprender lo que quizás no aprendería de otra forma. Así que, ante todo, doy gracias porque voy aprendiendo, poco a poco, lo que es amar.
Hoy sé que el tiempo es relativo, y que no vale la cantidad de meses o días que hayas vivido, si no la intensidad y calidad de esas vivencias. Sé que lo vivido nadie nos lo quita y que somos los escritores de nuestro propio libro de cuentos llamado Vida, minuto a minuto. También sé que las circunstancias cambian, pero el amor es inmutable, todo lo da. También deja ir y libera (no aprisiona), porque sabe que éste no será el último encuentro... somos infinitos.
Vive intensamente. Aprende a reconocer esos momentos de magia, y cuando estés viviendo uno, cierra los ojos y siente la adrenalina recorrer tu cuerpo! Libera todos tus sentidos para que absorban esa experiencia, porque "hoy son los 'buenos viejos tiempos' del mañana" y, en ese instante, estás construyendo un recuerdo. No temas. No temas a dar lo mejor de ti en nombre del amor, porque es mejor haber amado y llorado que no haber amado nunca! El amor nació para darse, siempre.
Publicado desde mi blog "Momentos": www.leilanigonzalez.com
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- Leilani