Hoy tengo ganas de escribir. El detalle es que no sé qué. Espero que este rico batido de fresa, guineo, cereales y varios me inspire.
A falta de letras, decidí dibujar. Hace unos meses tuve la dicha de visitar Perú, una tierra rica en historia y espiritualidad. Recorrí muchos de los lugares más emblemáticos del país y me recargué de energías positivas entre las rocas empapadas de historia. Pero, fue en un hotelito en Cuzco donde inicié la conversación con un hombre feliz y espiritual, quien más tarde me guiaría a encontrarme conmigo misma, a través de una de las tantas formas.
Este dibujo soy YO, aquella que todo lo sabe, todo lo ama, todo lo sana, todo lo da. Aquella que va más alla de un nombre, sexo y edad. Ella es amor, ella es luz, ella ES. Yo soy Ella y Ella soy Yo.
Gracias, hombre Venezolano que conocí en Cuzco, por llevarme a este lugar tan bello y por enseñarme a hacerlo. Hoy, sólo cierro mis ojos y voy a verla cada vez que quiero, le pongo presento (mi mamá siempre dice esta frase con este verbo) mis problemas, inquietudes y alegrías y Ella me responde, con la voz más dulce, cargada de paz, diciendo: "Mi niña, todo va a estar bien...".
El dibujo no le hace justicia por tantas cosas: que tengo sueño, que el lápiz casi ni me sirve y el borrador menos, pero me siento bien de haber dibujado y haberla dibujado, por fin.
Publicado desde el blog Momentos www.leilanigonzalez.com.
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- Leilani