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26 febrero 2010

Momentos elevadores

"Has pensado lo incómodo que es estar todos en un elevador?", le dije a Erika mientras todos bajábamos apurados de uno, casi como escapando de un encierro eterno.  "Eso mismo pensaba yo! Ya quería salir de ahí!", comentó ella. 

¿Por qué es tan incómodo estar cerca de otros seres humanos en un espacio cerrado?  ¿Por qué, la mayoría de las veces, cuando alguien viene caminando frente a nosotros, desviamos la mirada hacia otro lugar en vez de mirar directo, sonreír o saludar?  Y, debo aceptar, estas situaciones son bastante incómodas!  En mi episodio del elevador, miraba hacia arriba, abajo, los zapatos, las uñas, el piso... TODO menos a otro ser humano, su cara y jamás a sus ojos!  Deseé experimentar que mi alma saliera del cuerpo o algo similar con tal de evitar ese tortuoso instante!  Pero, una vez más, ¿por qué?  Me llegan a la mente varias teorías como: que estamos en un espacio cerrado e inactivos en dónde tal vez se pueda percibir nuestra verdadera esencia?  Tal vez inseguridad, miedo... pero, ¿a qué?  ¿A darnos cuenta que somos lo mismo?  ¿A dejar nuestra alma expuesta?  ¿A compartir?  ¿A ser iguales?  ¿A ser rechazados, juzgados, burlados o ignorados?  ¿A sentirnos inferiores o superiores?  

No tengo respuestas, tal vez Ustedes que leen, sí... o puede que algún psicólogo.  Pero, la próxima vez que me encuentre en un espacio cerrado, lleno de los que llamamos "hermanos" o "iguales", trataré de vencer cualesquiera que sean mis miedos e inseguridades (absurdos), dirigiré mi mirada al frente, a sus rostros y ojos, puede que me sienta lo suficientemente valiente como para hablar...  Tal vez me encuentre con cabezas bajas, mirando zapatos, el reloj, el smartphone, periódico o cualquier otra "salida de emergencias" para pretender que no están ahí o que están muy ocupados para estar ahí.  Tal vez me encuentre con muchas cabezas en alto, mirando el techo, la cuenta de pisos del elevador.  Puede que también me encuentre con miradas de frente, perdidas, con audífonos y música a todo volumen.  Pero, creo que vale la pena el intento, porque probablemente vea la luz al final del túnel oscuro en otra mirada en busca de un ser humano... un "igual"... un "hermano".


3 comentarios:

  1. O que te encuentres con un infeliz como yo, que empieza a decir cosas como "Los virus se transmiten mas rápido en los ascensores". "Este ascensor se cayó la vez pasada" ect ect. La experiencia del elevador puede ser muy divertida.

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  2. JAJAJAJ q lol con el comentario de Lenin, pero weno con referente lo de que cuando viene alguien de frente... yo tengo una anecdota x lo general yo siempre ando sonreido x default (ni me doy cuenta), y cuando viene alguien de frente y me ve sonreido piensa q es con el/ella y algunas veces me sonrien de vuelta y si tengo q ver esa persona varias veces (en el trabajo supongamos) despues de un par de veces se vuelve en una persona conocida y me empiezan a hablar jajaja se puede decir q es como un "don" hago amigos facilmente por esa vaina :D, intentalo y veras q es asi :P

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  3. Qué don más bonito Pirro :) En la vida se nos presentan infinidad de momentos para iniciar una bonita amistad.

    Lenin, me parece extraño que te satisfaga mortificar a otras personas, pero cada quién tiene su modo de ser. Aunque difiero con tus gustos.

    Gracias a ambos por sus comentarios y bendiciones!

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- Leilani