- Prestemos más atención al camino, a las vivencias que nos invaden a cada segundo, en lugar de la meta. Cuando tenemos los ojos fijos en la meta, dejamos de ver todas las cosas maravillosas que nos rodean. Lo bonito y maravilloso de una experiencia no siempre está en un lugar específico y debemos tener paciencia para reconocer cuándo sí y cuándo no.
- La vida debe fluir. Cuando los sucesos no fluyen, no debemos forzarlas porque, casi siempre, hay una buen razón por la cual no se dan.
- Algunos, como yo, tenemos la tendencia a querer tener todo bajo control, pero la vida te enseña que el control es bajo! Aunque creo que se debe tener cierto orden, pero estar consciente que las cosas pueden cambiar en cualquier segundo y la experiencia será agradable o desagradable dependiendo de cómo decidamos reaccionar ante ella.
- Amo y adoro el mar, pero también le tengo un GRAN respeto. Pienso que no es nuestro hábitat y que muchos lo subestiman... el poderoso mar da y quita vida a su antojo.
- Posesiones, dinero? La naturaleza no mide estátus sociales ni dinero. Una vez estás alla afuera en el mar, en la selva, rodeado de la madre tierra, lo que cuenta es la precaución, el respeto, temple, determinación y cierto grado de orden.
- Cuando hagas algo, hazlo porque te gusta, no por presumir y complacer a otros.
- Cualquier momento puede ser el último de esta vida. Vive feliz, da lo mejor de tí, ama, sé tú mismo(a), ríe, llora, expresa lo que sientes, vive intensamente sin dañar a otros o a tí mismo(a)! Un dicho mío es que "si te hace feliz y no dañas a nadie ni a tí mismo, entonces HAZLO!".
Publicado desde el blog "Momentos" www.leilanigonzalez.com.
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- Leilani