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18 diciembre 2012

Unos Minutos de Paz

Acabo de tener un momento especial. Al salir de mi fría oficina, lo primero que respiré fue un aire calientito lleno de humedad. Miré a un costado y los rayos del sol aún bañaban de oro unas cuantas nubes. No pude evitar sonreir.

Seguí caminando y escuché el sonido de las aves y muchos grillos que, aunque no se dejaron ver, hicieron su presencia bastante notoria con la natural sinfonía.

Continué y olí la hierba recién podada, seguido del sentimiento de que todo mi ser se fundía, mientras caminaba, con mi alrededor y una inmensa gratitud... Me sentí agradecida por la vida, por ese momento, que ahora parece un recuerdo bello y lejano, aunque haya pasado hace a penas unos minutitos. Di gracias por poder ver, sentir, escuchar y oler... Por todo.

Soy muy afortunada. Gracias por la vida que me rodea y se funde aquí, en mi.

Tú, ¿por qué estás agradecido? ¿Cuál fue tu momento especial del día o la semana?
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05 diciembre 2012

Te Vas a Morir


¿Sabías que te vas a morir? Así es. Y nada ni nadie podrá salvarte...

Sí. Eso lo sabía. La cosa es que no sé cuándo.

En realidad lo sabemos, pero me pregunto si el ser humano se da cuenta que se va a morir algun día.  Vamos por la vida actuando cual inmortales, aplazando cosas importantes "para mañana" cuando, en verdad, no sabemos si ese mañana será.

Mi papá murió en el 2011; hoy, hace un año y algunos meses. Mi papá era (es) mi héroe desde que era niña. Recuerdo los tiempos cuando trataba de imaginar el dolor de perder a un padre o a un ser querido o esas pesadillas donde ellos mueren, en las que despiertas llorando... Nada de eso se compara al dolor real de haber perdido a un padre a quien amas -porque hay unos que ni vale la pena quererlos tanto, pero a este sí.

Perder a mi papá físicamente me ha acercado a la muerte. Ahora la entiendo y la respeto. Ahora la conozco y la miro con recelo, desde lejitos. Pienso en los momentos -si es que la muerte sigue el órden cronológico- en el que morirán mis abuelos y mi mamá... Y ya eso hace que se apriete tanto el pecho y el estómago que ni me da tiempo de pensar en la muerte propia.

Hoy puedo decir que muchas de mis acciones hacia mis seres queridos son "reacciones" ante la muerte que se aproxima. Antes de actuar, repaso la única verdad en mi mente: "que todos se van a morir, que puede que mañana o tú o ellos no estén y que nada es para siempre". Este pensamiento o mantra mortal me ha hecho madurar y priorizar cosas en mi vida.

Increíble cómo malgastamos tiempo reaccionando pendejamente ante situaciones de la vida. Si en verdad supiéramos que la muerte esta más cerca de lo que pensamos creo que el mundo sería un lugar más feliz.

No pido la cura para todas las enfermedades, ni pretendo creer que inmortalizaremos a todo el mundo a través de la medicina. Pido sabiduría para actuar bien y con amor. Paciencia y empatía para transmitir esto a los que quieran aceptarlo. Valentía para hacer lo que me dicta el corazón. Coraje y humildad para aceptar la muerte de los que quiero y la propia. También, si es posible, pido que nos lleve rápido y sin mucho dolor. Si nos toca dolor, pido que podamos sacar el guerrero que llevamos dentro para soportarlo como los grandes.

De todo se aprende. La muerte física de mi papá me ha enseñado mucho y es como un efecto "bola de nieve" que me sigue enseñando cosas nuevas con el pasar del tiempo. Con mucha humildad, les sugiero abrir los ojos y el corazón, dejarse de pendejadas materiales, egocentristas y de orgullo y ser ustedes mismos; actuar con amor. Entendamos que nadie es perfecto y que nuestras almas están aprendiendo y que cuando se visten de seres humanos como que se les hace más difícil aprender. Pero, en esa imperfección carnal y humana, hagamos el esfuerzo por mejorar y aquietar al ego. Hagamos el esfuerzo de comprender que nos vamos a morir.

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