Te pienso en cada momento. No hay mañana o noche que no piense en ti. Recuerdo las actitudes o reacciones que hubieses tenido en determinado momento y te hablo, hasta con el pensamiento, con la esperanza que me puedas escuchar. Te busco en cada rincón, canción, objeto, inclusive en el silencio, hasta encontrar algo y decir: "esto le hubiese gustado a mi papá."
Veo tus fotos, repaso los recuerdos (mis recuerdos contigo) y brotan las lágrimas; me parece mentira que ya no te podré abrazar, ni besarte en la frente, ni bromear contigo. Veo a otros padres con sus hijas y sé que ya no viviré esos momentos; te llevaste contigo un pedazo de mi.
Papa, aunque encuentre las fuerzas para levantarme, sonreír, hacer las cosas como antes y pretender que me importan, siento que siempre llevaré el recuerdo del momento de tu partida y esa tristeza honda, y muy mía, aquí en la mitad del pecho.
Te quiero y te extraño.
Published with Blogger-droid v1.7.4