– "Es Día del Padre. ¿No vas visitar a tu papá?"
– "Tú sabes lo que opino sobre eso... Es que mi papá no está en esa cajita."
Nuestros seres queridos que trascendieron a otra forma de energía no están en un féretro, no están en una cajita, en una cripta, ni bajo la tierra.
Mi papá vive en mis recuerdos y en el amor que me dió. En el legado que dejó en mi:
- En la camisita que me hizo cuando era bebé,
- en los pancakes en forma de osito que me cocinó,
- en el lunch que me preparaba para la escuela,
- en las trenzas que me tejió,
- en la ropa que me planchó y cosió,
- en las idas al río y a la playa cuando me aventaba por el aire,
- en las tardes de dibujo y pintadera,
- en la ayuda con mis tareas,
- en las películas que vimos juntos,
- en las clases de manejo donde ambos nos impacientábamos y yo quedaba llorando (jajaja),
- en los consejos,
- en las risas,
- en los pregones y basilones,
- en su asesoría sobre qué me combinaba mejor al vestir,
- en los días de videojuegos,
- en los juegos de ping pong,
- en las trotadas donde me alentaba a sobrepasar mis límites y dar la milla extra (¡es mental!),
- en las abdominales,
- en las discusiones filosóficas,
- en su ayuda en lo que sea que yo emprendiera,
- en las discusiones artísticas donde cada uno quería tener la razón,
- en las veces que hizo de chofer para buscarme a casi cualquier lugar,
- en la vez que acampamos y nos prendieron un generador de energía al lado de la carpa en una playa,
- en la cámara que compró para él y quedé usando yo,
- en su fortaleza y apoyo para la familia,
- en los días calientes o lluviosos donde salía a cortar la hierba,
- en el amor que me inunda cuando veo el sol cuando camino por la tarde o la mañana,
- en los pajaritos chiquitos que decía que se parecían a mi,
- en las cómicas que vimos juntos,
- en las peleas y regaños,
- en las películas de acción,
- en las veces que armamos Legos juntos,
- en los acertados regalos que me hacía,
- en la ayuda que siempre daba a los que se la pedían,
- en la mano que me tendía para ayudarme a bajar o subir o abrir la puerta,
- cuando me arropaba y daba un beso en la frente por las noches,
- en todos los besos en la frente y los abrazos de oso,
- en el último beso y abrazo en sus últimos días en la tierra como Eddie,
- en la fortaleza que tuvo en los momentos donde otro tal vez hubiera desfallecido.
Esto son sólo algunas de los momentos donde está Eddie, mi papá. Puede parecer una lista más, pero en cada uno de estos puntos de la lista hay recuerdos que me hacen sonreír y dar GRACIAS por haber compartido una vida con Edmundo "Eddie" como mi padre. Todo lo que pasamos juntos fue pura enseñanza. Hasta su muerte física me enseñó muchísimo y me llevó a ser la persona que soy hoy.
Gracias, gracias, gracias, papá. Te amo, te llevo siempre en mi ser y nos vemos en la próxima.