Tiempo para reaccionar

Este mensaje es un ejemplo de fuerza, amor y de sabiduría de que estamos aquí, en esta forma física, por el tiempo que debemos estar (que no es para siempre) y que, luego de cumplida nuestra misión, partimos para continuar con el ciclo infinito y con otras misiones.

Al leer este mensaje, que llegó a mi por una conocida, lloré mientras leía las palabras de esta madre ante la pérdida de su hijo de, a penas, 19 años, pero sé que el propósito de mensaje dista de sembrar tristeza, él debe ser leído, compartido y aplicado.  Por otra parte, rezo  porque los panameños REACCIONEMOS y nos demos cuenta de que esos niños pequeños de hoy, serán personas con poder en el futuro y los atendamos, eduquemos, les demos mucho amor y los orientemos a ser personas de bien (porque donde hay amor, no hay cabida para asesinatos, robos, maldad).  Además, para que las autoridades de este país actúen ya en Pro de la PAZ, del AMOR y RESPETO.

Ya no escribo más, sólo les dejo el mensaje de luz de la señora Elba J. de Carrizo (aunque no la conozca, le doy las gracias por compartirlo, porque nada pasa por casualidad):

"Quería pedirte que reenviaras este mensaje a todos nuestros compañeros dentro y fuera de Panamá.   Quiero agradecerles sus mensajes y compañía a través de este medio, y aquellos que pudieron acompañarnos el día del sepelio de nuestro querido Daniel Alberto, pues también muchísimas gracias.

Dios nos ha fortalecido en todo momento.  Desde el minuto del asalto hasta hoy, todo ha sido muy doloroso, pero tenemos el bálsamo sanador de aquel que fue experimentado en quebrantos y dolores, Jesús que sigue siendo el mismo ayer, hoy y por siempre.

Damos gracias a Dios por la vida de nuestro hijo, un joven que creyó a Dios y sirvió a su prójimo de manera desprendida - todos tenemos un propósito en este mundo y unos lo cumplimos más rápido que otros; pero lo más importante es saber para qué estamos aquí en la tierra.   Daniel estaba seguro de su misión, siempre compartíamos sus pensamientos e ilusiones, fue un verdadero discípulo de Jesús, con una sonrisa permanente, con un consejo en sus labios para todo el que necesitara apoyo.    Como padres, estamos orgullosos del hijo que Dios nos regaló por 19 años.

Sigo pensando que Dios nos creó de manera maravillosa en el vientre de nuestras madres, que estableció un día para nacer, y que aún antes de que viéramos la luz en este mundo, ya tenía establecido el día en que partiríamos de esta tierra.   Sigo creyendo en el Dios que tiene un tiempo para todo, como lo dice el libro de Eclesiastés:  tiempo para nacer, para morir, para plantar, para cosechar, un tiempo para llorar, para reir, para el luto y para saltar de gusto...  Sigo creyendo que a Dios nada se le escapa  y que esta tragedia de nuestra familia la convertirá en un propósito de bendición.   De hecho, ya tenemos muchos testimonios de gente que durante el sepelio y luego del mismo han tomado la decisión de buscar más de Dios en sus vidas, y eso vale mucho.   La muerte de Daniel comenzará a dar frutos y ya los estamos viendo.

Con la muerte de Daniel se va a iniciar un movimiento en Panamá que ayudará a combatir la violencia, pero de una manera integral.  Creemos que para que esta sociedad sea transformada, el hombre y la mujer y, sobre todo los adolescentes y niños que la integran deben ser transformados en sus corazones.  Necesitamos volver como sociedad a los principios y valores y, en nuestra lucha por ello, les voy a pedir que en memoria de nuestro hijo, nos acompañen cuando los necesitemos.

Sean bendecidos en gran manera,

Tato, Elba, Natalia, Alejandro, Ana Claudia"

 Publicado desde el blog "Momentos": www.leilanigonzalez.com