Me quedé en los estacionamientos de Karimar por buen rato con un hombre que parece que era un capitán de la policía que estaba de civil y que llamó al veterinario de los perros de la policía para que lo socorrieran. Me tuve que ir sin saber qué hacer mas que escribir y usar las redes sociales para reportar esta injusticia!
¡Aún me parece increíble que la gente sea insensible y desconsiderada con los seres vivos de otras especies no-humanas y hasta con los de su misma raza humana! Es inaudito que en Panamá no haya alguna ley de protección de animales y, si la hay, que las autoridades, como los policías de esta tarde en Veracruz, no las hagan cumplir.
Les confieso que me sentí impotente, sentí rabia y una decepción, vergüenza y desilusión de mi raza humana. Hay que rogar para no estar delante del carro de personas como la mujer y el señor que iban en ese Audi blanco. Estoy segura que si no hubiese una ley en contra del atropello a peatones o algo así, y esa mujer atropella accidentalmente a un ser humano, lo dejaría morir. Hechos como estos, y otros mucho peores, me hacen estar segura que el mundo necesita una limpieza y una renovación total y que tal vez un "fin del mundo" no sería tan malo. Disculpen si estoy un poco trágica, pero me avergüenzo de mi raza, de lo destructivos y poco agradecidos, desconsiderados, egoístas e individualistas que somos. Lo único que me da un poco de consuelo es que el Karma existe, que todo lo que das regresa y que nada pasa desapercibido ante los ojos de Dios. El perrito creo que debe haber muerto y estará ya en un mejor lugar con Dios, pero a ver qué le esperará mañana a esa mujer desalmada.
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