Hace poco me enteré que una conocida tiene cáncer de los graves. No la conozco de hace mucho, no somos amigas cercanas, ni hemos compartido mucho tiempo juntas, pero sí me impactó la noticia. Pero más que el impacto de la noticia, quiero hablarte de mi percepción de ella como persona. ¡Recuerdo que, cuando la vi por primera vez, me saludó llena de energía, con una gran sonrisa! Con una gran disposición de ánimo, me dijo: "Leilani, ¡la artista!". Recuerdo que, cuando la vi por segunda vez, estaba rodeada de personas y sonreía y hablaba muy alegre y positiva. En fin, siempre que la he visto, inclusive durante su enfermedad, se ha mostrado contenta, sonriente y con muy buena disposición. Hoy le doy gracias a ella por esos breves segundos de sonrisas, porque todo esto ha inspirado un momento de reflexión.
¿Cómo quieres que te recuerden?
Creo que debemos preguntarnos cómo queremos que nos recuerden cuando ya no estemos en este plano físico. Toma en cuenta que ese día que estás disgustado y de mal humor, puede ser la única vez que alguien te vea y te conozca. Lo que proyectes en ese preciso momento quedará grabado en la memoria de alguna persona por siempre y, si algún día le toca hablar de ti y describirte, tal vez dirá: "la vi sólo una vez y estaba amargada y de mal humor... no quisiera volver a encontrarme con esta persona."
¡Sonríe...
...porque mañana no sabes! Hay veces que no nos gustan muchas cosas, pero piensa en las otras muchas que sí te gustan (porque los pensamientos positivos atraen más cosas positivas). ¡Sonríe! Porque hay personas mirándote casi siempre. ¡Sonríe! Porque no sabes cuál será tu último momento y no querrás que te agarre amargado. Trata con respeto a tus hermanos humanos (y no humanos, animales y naturales) como te gustaría que te tratasen. Transmite cosas positivas. Sé aquélla persona que quieres inmortalizar en la memoria de los que te conozcan, aunque sea una vez.
Publicado desde el blog Momentos: http://www.leilanigonzalez.com/.